lunes, 26 de enero de 2009

Lumière de l'Atlas 2003

Vino: Lumière de l'Atlas 2003
Origen: A.O.G. Meknès-Guerrouane (Guerrouane Meknès, Marruecos)
Productor: Gérard Depardieu
Variedades: 50% grenache noir, 50% syrah
Alcohol: 15.5% vol.
Precio: Entre 18 y 21 euros
Enlace de la bodega:
Más información: Viñedos con una edad media de 25 años proveniente de una finca de 6 hectáreas de extensión, 15 acres, sobre pendientes arcillosas y calcáreas a las faldas de la cordillera del Atlas. Vendimia manual y vinificación en depósitos de acero inoxidable. Criado durante 12 meses en barricas nuevas de roble francés. Producción limitada a 8.600 botellas.

Marruecos cuenta con algo más de 15.000 hectáreas dedicadas al cultivo de la uva destinada a la elaboración de vinos. La mayoría de ellos reciben la clasificación de "Vin de Qualité Supérieure" y tan sólo una docena de zonas tienen derecho a la "Appellation d'Origine Garantie", A.O.G. Estas áreas de cultivo salpican buena parte de la geografía marroquí (Angad, Benisadden, Berkane, Beni M'Tir, Chellah, Doukkala, Gerrouane, Rharb, Sahel, Sais, Zaer, Zemmour, Zerhoune, Zenata). Hasta el año 1998 la A.O.G. era la máxima distinción concedida por el Ministerio de Agricultura. A partir de entonces la "Appellation d'Origine Contrôlée" Les Côteaux de l'Atlas representa el nivel más alto de calidad de los vinos marroquíes, monopolizado casi en exclusiva por la finca de pago Château Roslane, propiedad del mayor productor de vinos de Marruecos, "Les Celliers de Meknès".

La Meseta de Trifit es la zona vinícola más fiable del país gracias a su altitud, entre 600 y 800 metros, y a un clima templado por la proximidad a la cordillera del Atlas. Su extensión corresponde al área de influencia de las ciudades de Fez y Meknès. Destacan las zonas de Benni Sadden y Beni Zerhouni. Sadden se encuentra al este de la ciudad de Fez siguiendo la carretera N-6 dirección a Taza, una reconocida región productora de aceitunas "picholine marocaine" y de los mejores aceites de Marruecos. Zerhouni es conocida por extenderse al Norte de Meknès, junto a la ciudad romana de Volubilis y la población de Moulay Idriss. La tercera área de interés es la de Guerrouane que con poco más de 220 hectáreas de extensión está reconocida como una de las mejores del Maghreb. Se encuentra al sur de la Meseta de Tifrit, a medio camino entre Ifrane y Er-Rachidia, en un extenso valle encajado entre el Medio Atlas y el Alto Atlas. Su privilegiada ubicación, aislada de los calores del Sahara y de la Meseta Central, forma un territorio propicio para la viticultura. En esta tierra hace 3.000 años que existen las vides y sus contados habitantes, tribus bereberes en su mayoría, han tomado el relevo de los judíos de las mellah (repatriados a Israel en la década de los 50 y 60) en el cuidado de la uva.

En el año 2001 el encuentro entre el actor Gérard Depardieu y el polifacético bodeguero Bernard Magrez, propietario entre otros de Château Pape Clément y Château Fombrauge, acabó por fructificar en una alianza entre ambos que tomó el nombre de "La clé du terroir". La empresa se ha especializado en la elaboración de vinos de calidad en diferentes partes del mundo con la búsqueda del terroir como premisa de partida. Para ello se han seleccionado viñedos minúsculos con unas condiciones excepcionales de clima y suelo. Para aumentar la dificultad aplican una viticultura de mínimos, con vendimias reducidas (con un rendimiento máximo de entre 1.500 y 2.500 litros por hectárea), siempre por procedimientos manuales. Ambos personajes comparten la empresa al 50%. Su ámbito de acción se extiende a las principales zonas vinícolas francesas además de aprovechar la infraestructura que Magrez tiene en el extranjero para vinificar vinos de pequeña producción. Hasta la fecha de hoy tienen diversos proyectos en España (Spiritus Sancti, en Toro; Sine Nomine, en Priorat) y Argentina (La Bienvenida, en Mendoza).

El Lumière de l'Atlas 2003 es el proyecto conjunto de Magrez y Depardieu en Marruecos. A pesar de que este tinto lleva el sello del actor, lo cierto es que éste se ha despreocupado de la mayor parte del proceso de elaboración. Está elaborado por su socio Bernard Magrez que desde los 80 produce el célebre Kahina, uno de los mejores tintos marroquíes. Ambos vinos tienen puntos en común, con una leve diferencia en el porcentaje de "garnacha" y dos estilos totalmente diferenciados. Este Lumière de l'Atlas 2003 sería un tinto con enormes posibilidades de cara al futuro mostrando a las claras la idoneidad de las variedades mediterráneas "syrah" y "garnacha" al cálido clima de Marruecos. Y digo "sería" por que ya no se podrá ver si cumple las expectativas. Depardieu ha abandonado el proyecto tras las dos primeras añadas, 2002 y 2003. En muchas cosas recuerda a los concentradísimos tintos australianos y en otras a los tintos dulces de "monastrell" de la zona sureste española, e incluso a un Porto joven. Estamos ante un vino curioso que puede sorprender a quienes gusten de los caldos duros y cargados de taninos. Hay que prestar atención constante a la temperatura para poder disfrutarlo sin que el alcohol se imponga. Un vino de carácter monstruoso, salvaje y exagerado, como Gérard Depardieu. Pide ser bebido ya mismo, y seguramente ayer estaba mejor.

Nota de cata:
Picota de capa alta, totalmente opaco. Borde marronáceo, lágrimas tintadas.

Nariz poderosa con una fuerte concentración de fruta confitada (ciruelas maceradas, higos, dátiles medjoul) y un curiosa nota alcohólica que de logra disimular con la temperatura adecuada. En cosas recuerda a un Porto Vintage. Sobresalen los tostados, algo sucios, sobre un fondo levemente vegetal y especiado (regaliz, hollejo tostado).

En boca es grueso, generoso, hiperconcentrado, con una buena cantidad de fruta negra sobremadurada. Sabroso con un toque de dulcedumbre y unos taninos crudos de la fruta. Tiene algún problema derivado del exceso de grado alcohólico que penaliza el conjunto haciéndolo un tanto pesado y cansino, a lo que tampoco ayuda su escaso nivel de acidez. Final intenso con notas balsámicas, cerezas en licor, con recuerdo de cacao amargo y pimienta blanca, cálido. Grato.

Nota personal: 14/20
Relación calidad precio: Mala
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sábado, 24 de enero de 2009

Casa Primicia Gn Garnacha 2005

Vino: Casa Primicia Gn Garnacha 2005
Origen: D.O.C. Rioja (Euskadi, España)
Productor: Bodegas Casa Primicia
Variedades: 100% garnacha
Alcohol: 14.5% vol.
Precio: Entre 8 y 10 euros
Enlace de la bodega: www.bodegascasaprimicia.com
Más información: Uvas procedentes de viñedos con una media de edad superior a los 40 años. Encubado con criomaceración durante 4 días y posterior arranque de la fermentación con uso de levaduras seleccionadas. Fermentación maloláctica realizada en barrica y posterior crianza durante 10 meses en barricas nuevas de roble americano. Las botellas reposan en la bodega por un mínimo de un año antes de ser comercializadas. Producción limitada de 7.862 botellas.

La D.O.C. Rioja cuenta con un buen número de razones que le permiten seguir siendo hegemónica a nivel nacional. A sus innegables cualidades de climas y diferentes tipos de suelos hay que añadir un nutrido grupo de variedades de uva plenamente adaptadas al entorno que al ser vinificadas proporcionan vinos de calidad. No se trata tan sólo de la omnipresente "tempranillo", como sucede en la Ribera del Duero o en Toro. Las variedades clásicas "garnacha", "mazuelo" y "graciano" son capaces de dar cada una individualmente, al margen de los ensamblajes de toda la vida, vinos llenos de personalidad y encanto, con rasgos distintivos, personales y que expresan la parcela de la que provienen, si el verano fue cálido o frío, si hubo lluvia en septiembre, si el fruto acabó de madurar... Estas sí que son cualidades tangibles que permiten pensar que todavía hay mucho recorrido por andar en el marco de Rioja y grandes posibilidades de entrar con fuerza en el segmento de vinos monovarietales que tanto éxito tienen en el mercado internacional. Hablamos de casos como el de la última apuesta de Bodegas Casa Primicia que acaba de lanzar 4 tintos monovarietales con las cepas autóctonas riojanas, el primero de ellos es el Gn Garnacha 2005 que ocupa este post.

La bodega está viviendo un periodo de cambios en todos los sentidos. Lo primero ha sido el cambio de nombre, pasando del clásico Bodegas Primicia a Bodegas Casa Primicia. Para afianzar la seña de identidad de la marca se rehabilitado el edificio medieval más antiguo de la ciudad amurallada de Laguardia, la Casa Primicia, convirtiendo los arcos del portalón en su tarjeta de presentación. En este edificio civil la iglesia cobraba los diezmos y las primicias, impuesto que obligaba a los siervos a pagar una décima parte de la cosecha y los primeros frutos. Este histórico edificio está considerado como la primera bodega de la Rioja Alavesa donde se elaboró vino en la Edad Media. Actualmente aún se conservan los cuatro lagares de piedra de sillería originales así como los primitivos calados; una red de galerías clandestinas interconectadas a 8 metros de profundidad donde se refugiaban los primeros pobladores de la fortaleza. Estos calados han sido rehabilitados para la guarda de las barricas y de los botelleros gracias a sus perfectas condiciones de temperatura y oscuridad.

Las vides con las que se elaboran los vinos de Casa Primicia proceden únicamente de fincas diseminadas por la Rioja Alavesa. Cuentan con un total de 53 hectáreas de viñedos propios a las que hay que sumar 80 más aportadas por viticultores locales con clos que colabora la bodega desde hace años. Sus fincas se pueden encontrar desde Cercadilla, a pie de valla con Bodegas Marqués de Riscal en la localidad de Elciego, pasando por parcelas en Oyón y Elcampillar, hasta la mayoría de los viñedos situados en la villa de Laguardia, bien a las faldas de la imponente Sierra Cantabria o diseminados en los alrededores de la laguna de Carravalseca, con los viñedos de Vallovera y los Monjes. La finca de Carravalseca sigue siendo la más representativa de todas las posesiones de Bodegas Casa Primicia. En ella hay una dedicación casi en exclusiva a la "tempranillo" riojana que se ve acompañada de sus vides hermanas recuperadas de "tinto fino" de la Ribera del Duero y "tinta de toro" centenaria que sobrevivió afortunadamente a la plaga de la filoxera a finales del siglo XIX.

Este Casa Primica Gn Garnacha es toda una sorpresa mostrando una enorme personalidad desde su primera añada. Un tinto festivo, bien elaborado, al que hay que prestar atención desde su apertura y darle la oportunidad de un par de horas de guardar para que se equilibre. Muestra un perfil de "garnacha" riojana plenamente satisfactorio, sin la opulencia ni calidez de otras zonas vinícolas españolas pero arropada por el terruño y la frescura riojana. Creo que han acertado plenamente con este tinto. Probado con unos caracoles con conejo, y una picada catalana con ñoras, se ha mostrado simplemente pletórico.

Nota de cata:
Cereza granatoso de media capa. Limpio y brillante con un mayor nivel de pigmentación de lo que se intuye a simple vista. Lágrimas finas, permanentes, de lento recorrido.

En nariz se muestra franco, limpio y de media intensidad. Tiene una buena expresión varietal, sin excesos de extracción, más bien goloso y maduro. Predomina una fruta roja fragante aunque acompotada, casi licorosa, que nos trae inicialmente los madroños, la frambuesa. De fondo está la barrica nueva, nada clásica y sin dejes amaderados, que da recuerdos de galleta maría, algo de vainilla, especias blancas. Al oxigenar gana en concentración, tinta china, palodul, regaliz.

En boca es algo grueso, con un entrada suave y acariciante contrastada por su sequedad. Más concentrado de lo que daba a entender inicialmente, tiene una muy grata concentración de fruta roja madura (fresones), sabroso y goloso con apuntes de la madera cremosa. Los taninos aún por acabar de pulir pero en buen camino, sensación de sequedad, con apuntes balsámicos de fondo y un apunte mineral, parecido a los hidrocarburos. Final intenso, especiado, goloso, muy grato de beber.

Nota personal: 16/20
Relación calidad precio: Muy buena
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miércoles, 21 de enero de 2009

Tandem Alain Graillot Syrah 2006

Vino: Tandem Alain Graillot Syrah 2006
Origen: Vin du Maroc - Meknès (Meknès, Marruecos)
Productor: Domaine des Ouled Thaleb
Variedades: 100% syrah
Alcohol: 13.5% vol.
Precio: Entre 12 y 15 euros
Enlace de la bodega: www.thalvin.com
Más información: Viticultura integral con métodos orgánicos aplicada a viñedos con una edad entre 30 y 40 años ubicados en la finca Domaine des Ouled Thaleb. Suelos aluviales y de piedra caliza. Vendimia manual y posterior vinificación, con una corta maceración, en depósitos de acero inoxidable. El 60% del vino base permanece en barricas de roble francés de 225 litros.

En Marruecos no existe cultura del vino. La visibilidad pública de cualquier bebida fermentada o destilada es en la práctica casi inexistente y en muchas ocasiones ha levantado ampollas entre la población más reaccionaria. Tal y como sucedió en noviembre de 2007 con el escándalo que provocó la fiesta de la vendimia organizada por Les Cellier des Meknès (la principal bodega del país). El alcalde de Meknès, Aboubaker Belkoura, del Partido de la Justicia y el Desarrollo, acusó a las autoridades por "fomentar una industria prohibida por el Islam" y por las graves consecuencias de "perder la identidad islámica de Marruecos". Oficialmente los marroquíes no deben beber vino. Éste se comercializa en los grandes supermercados y va destinado a los turistas o residentes extranjeros que de forma ocasional deben mostrar documentos que así lo acrediten. La realidad es diferente. La escasa pero cada vez más numerosa clase media, junto a la élite económica, se ha sumado en masa a la moda del vino y gran parte de los mejores restaurantes del país lo han incorporado a sus cartas.

La región de Meknès se ha consolidado como el principal centro del negocio vinícola de Marruecos dando empleo a más de 10.000 personas. Siempre ha existido una industria muy potente del cultivo de la uva con un importante peso del mercado de las pasas, ingrediente esencial de la gastronomía marroquí. Las condiciones previas ya estaban puestas para que despegara el sector del vino. Su crecimiento ha provocado la aparición de nuevas bodegas en los últimos 15 años, lo que ha llevado a las autoridades turísticas a considerar la creación de un circuito de vino para los numerosos visitantes de las ciudades imperiales (Fez, Meknès). La proximidad a la cadena montañosa del Atlas condiciona la actividad vitivinícola al mitigar la influencias desérticas del interior del país y refrescar la atmósfera con la suavidad del clima atlántico. Y es que Marruecos cuenta con una extraordinaria cantidad de climas. A lo largo de la costa los inviernos son fríos y los veranos templados, sobretodo a partir de media tarde cuando la temperatura se modera. La aparición de la vid en Marruecos data de la fundación de Cartago por parte de los Tirios. El gran número de microclimas del país atrajo a los pueblos fenicios que se asentaron para explotar las grandes extensiones agrícolas de las mesetas interiores y de los valles junto al Atlas. Los romanos, que más adelante conquistaron el país, lo llamaron Mauretania Tingitana, desarrollaron con intensidad el cultivo de la vid debido a la fuerte demanda importadora de Roma y de las colonias itálicas.

La islamización del país a partir del siglo VII d.c. ralentizó la elaboración de vino dejándolo en manos de la población cristiana y básicamente de los judíos, quienes lo utilizaban tanto para la liturgia como para el consumo familiar. La llegada del Islam en el siglo IX no supuso el final de la producción de vino a pesar de la prohibición de este tipo de bebidas. Impero la tolerancia de las primeras dinastías árabes, tal y como sucedió en el otro lado del Estrecho de Gibraltar, en el Marco de Jérez y en el resto de la España islámica. Es significativo que fueran estos mismos pueblos llegados de Arabia quienes introdujeron los métodos de destilación en la Península Ibérica dejando un importante legado poético andaluz ensalzando las virtudes del vino. Es significativo que entre el legado de este pueblo se incluyera la palabra "al-khwl", alcohol. Durante siglos la producción de vinos continuó siendo escasa en Marrucos. El apogeo de su producción vendría de la mano de agricultores franceses llegados después de la ruina generada por la filoxera. Se calcula que a principios de los 50 Marruecos había 55.000 hectáreas de vid en pleno rendimiento, con una producción de 3 millones de hectolitros. Un espejismo. La descolonización y el retorno de las familias de origen francés dejó abandonado el campo. No ha sido hasta mediados del siglo XX que ha comenzado a resurgir la cultura del vino en Marruecos.

La historia de este vino es curiosa con el purista viticultor de Crozes-Hermitage, Alain Graillot, como pieza central del meollo. Alain es un curioso personaje, viticultor vocacional llegado a edad tardía al mundo del vino tras dejar sus ocupaciones anteriores en París. La afición por el cicloturismo le llevó hace unos años a realizar una larga ruta por Marruecos. A su paso en bicicleta por la región de Meknès encontró un territorio cubierto de grandes extensiones de viñas, con un clima particular, más fresco que el resto del país y un suelo que le recordaba al Ródano donde trabaja. Fue de esta manera como entró en contacto con los propietarios de Thalvin, la bodega en activo más antigua de Marruecos, fundada en 1923 y ubicada en la región de Ben Slimane, a 50 kilómetros al noroeste de Casablanca. Atraído por sus viñas viejas y por las posibilidades de elaborar un vino de calidad se ofreció para encabezar el proyecto. Para ello contó con la colaboración de Jacques Poulain, enólogo francés formado en Burdeos. Juntos seleccionaron diversas parcelas de "syrah", la variedad mejor adaptada al clima local, de la mesa de Ouled Thaleb (tribu bereber de la zona).

Este Tandem 2006 es un tinto de gran frescor que en muchas cosas puede recordar un Côte Rôtie e incluso a un tinto del norte del Rhône. Se muestra en plenitud pero todavía le queda algo de recorrido en botella para limar sus taninos, levemente marcados y algo crudos. Servido tras un par de horas de decantación. Se ha mostrado en perfecto estado. La sombra de Alain Graillot planea sobre este vino con un estilo afrancesado y del todo alejado de la "syrah" del Nuevo Mundo. Notamos más "syrah" que "shiraz". Nada hace pensar que estemos ante un vino marroquí. Se mostró ideal acompañando las clásicas keftas y pinchos morunos de hígado a la brasa. Con el cuscús de cordero y de vegetales, genial!!! Un tinto interesante y difícil de encontrar en España.

Nota de cata:
Picota violáceo, opaco, brillante, reflejos azulados, lágrima tintada.

Nariz de fuerte intensidad, franca y perfumada, con mucha tipicidad de "syrah" y frescor. Aparecen aromas de violetas en licor, una curiosa paleta de fruta del bosque (zarzamora, frambuesa, madroños), especias, trufa negra, paté de olivas, ciruelas, higos turcos, raspón de datilera. Gana en volumen al respirar con notas ahumadas, café aromático, alquitrán, ceniza de puro, regaliz... De fondo hay notas terrosas y minerales, con algo de montebajo y hojarasca. Conjunto de enorme limpieza.

En boca es aterciopelado, destacando por su frescor y una brillante acidez. Concentrado, con una enorme peso de la fruta madura (ciruelas maceradas, cerezas picotas), muy varietal, a la que se suman las sabidas especias (pimienta, pimentón) y unas interesantes sensaciones amargosas. Un tinto sabroso y sencillo que satisface por su equilibrio y la facilidad de beberlo.

Nota personal: 14/20
Relación calidad precio: Buena
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lunes, 19 de enero de 2009

Clos Berenguer del Molar Selecció 2004

Vino: Clos Berenguer del Molar Selecció 2004
Origen: D.O.C. Priorat (Catalunya, España)
Productor: Clos Berenguer
Variedades: 55% garnatxa negra, 15% carinyena, 15% syrah, 15% cabernet sauvignon
Alcohol: 14.5% vol.
Precio: Entre 18 y 21 euros
Enlace de la bodega: www.closberenguer.com
Más información: Viñedos de orientación este a oeste. Vendimia manual de las viñas más viejas de la finca ubicadas sobre cuestas pizarrosas y suelos calcáreos. Fermentación maloláctica en barrica y posterior estancia durante 16 meses en barricas nuevas de roble francés de tostado medio, cada variedad por separado. Ensamblaje final de todos los vinos con una ligera filtración con placas de papel. Estancia mínima de medio año en botella antes de ser comercializado.

El municipio de El Molar está situado en una curiosa planicie triangular que se extiende de sur a norte hasta las cadenas montañosas de Tormo, La Figuera y Els Tossals, recorriendo la margen izquierda del rio Siurana, antes de desembocar en el Ebro a su entrada por las poblaciones de Móra d'Ebre y Móra la Nova. Se trata de una zona accidentada y rodeada de barrancos cuya actividad económica estuvo ligada al cultivo de la viña, y en menor medida al olivo y los almendros, hasta la llegada de la filoxera a El Molar en 1889. Este hecho provocó la despoblación de la comarca y el abandono de la mayoría de los viñedos mitigada en parte por el trabajo en las minas. Las continuas tensiones sociales darían paso a un periodo cooperativista y a una guerra civil que afectaría con crudeza a El Molar. La viña continuaría presente en el municipio pero a espera de mejores tiempos.

Clos Berenguer es una de las numerosas empresas familiares que se ha sumado al resurgir de la D.O. Priorat. Fundada en 1999, hasta el momento se ha mantenido en un discreto segundo plano en nuestro país a causa de la producción limitada de sus vinos y la voluntad exportadora de sus propietarios. Está localizada en la sinuosa carretera T-734 que une las poblaciones de El Masroig y el Molar, siendo a las afueras de la última donde se localiza su pequeña bodega. A pesar de la aparente sencillez y austeridad de la finca, el "celler" está dotado de toda la tecnología necesaria para producir vinos de calidad. Consta de una nave de vinificación frente a un diminuto edificio dedicado a las oficinas que da paso a los niveles inferiores, donde se realiza la crianza en barrica de sus vinos con el añadido de una antigua mina de magnesio rehabilitada en la que apreciar las peculiares características de los suelos de la comarca del Priorat. En la misma bodega hay una zona reservada para las catas de vinos y otra anexa para el periodo de guarda de las botellas. Alrededor de ambos edificios se encuentran los viñedos. En los últimos año se ha apostado por variedades foráneas (cabernet sauvignon, syrah) que se han introducido en los ensamblajes de sus vinos. Las vides están dispuestas en los tradicionales bancales, las "terrasses", suavizando las fuertes pendientes que rodean a la bodega escalonada.

La bodega Clos Berenguer no se ha dado a conocer en nuestra país a causa de su escasa producción y por la vocación exportadora de sus vinos a los mercados extranjeros, principalmente a los Estados Unidos. Es en este mercado donde ha conseguido la mejor acogida gracias a las buenas calificaciones que reciben sus vinos en la prensa especializada y a estar en un segmento destacado en la relación/precio. Este Clos Berenguer del Molar Selecció 2004 obtuvo 93 puntos en Wine Spactator y se ha situado cómodamente por encima de los 90 puntos en todas las publicaciones especializadas. Es indudable que se trata de un tinto muy al gusto estadounidense: fuertemente extraido, concentrado, lleno de taninos, licoroso, tostado... En su gama de productos se incluye el Clos Berenguer Vi de Guarda, con 12 meses de crianza, y el destacado Clos Berenguer Blanc de Bótes, elaborado con "garnatxa blanca", "xarel·lo" y un pequeño porcentaje de "pedro ximénez". Un blanco concentrado y cálido que recupera ese estilo clásico prioratino ya casi desaparecido, el de vino blanco gastronómico y austero. Su contundente crianza en barrica que aporta un tanino maderoso que tarda un mínimo de 4 a 5 años en redondearse, lo que suele penalizar y desconcertar a los aficionados que al consumirlo excesivamente joven lo encuentran como mínimo "difícil".

Este Clos Berenguer Selecció es el vino top de la bodega moviéndose con dificultades entre los mejores tintos de gama media del Priorat. Un caldo maduro y necesitado preferiblemente de unas horas de decantación para abrirse y desprenderse de las importantes notas de crianza. Mantiene sin problemas el tipo gracias a una correcta acidez que mitiga la la falta de frescor que aporta una uva sobremadurada. Ahora es un buen momento para beber las botellas que nos queden antes de que comiencen a decaer. Vino satisfactorio y sin fisuras, sólido, contundente, responde a todo lo que se espera de un Priorat en los Estados Unidos.

Nota de cata:
Color picota rojizo, de capa alta, reflejos violáceos, borde levemente atejado. Presenta una gran cantidad de precipitados.

Aromas de media intensidad. Inicialmente se muestra tímido, licoroso, ganando en expresión y potencia con la apertura. Los tostados cada vez más presentes, con notas de regaliz, jarabe, pétalos de rosa, monte mediterráneo, y una cantidad poco habitual a fruta negra, que deja intuir cierta sobremaduración, cada vez mas presente.

En boca es grueso y áspero. Concentrado, tostado, de férrea estructura aunque con unos taninos cálidos y finos que aportan elegancia. Conjunto algo rústico y tosco, pero muy franco de beber con esa tipicidad que buscamos en un Priorat. Fondo perfumado, con sensaciones vegetales y especiadas (laurel, pimentón) y una fina nota pizarrosa, casi ahumada.

Nota personal: 14.5/20
Relación calidad precio: Mala
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viernes, 16 de enero de 2009

Gran Feudo Rosado Criado Sobre Lías 2007

Vino: Gran Feudo Rosado Criado Sobre Lías 2007
Origen: D.O. Navarra (Navarra, España)
Productor: Bodegas Julián Chivite
Variedades: tempranillo, garnacha, merlot
Alcohol: 13.5% vol.
Precio: Entre 6 y 7.5 euros
Enlace de la bodega: www.bodegaschivite.com
Más información: Vendimia mecánica realizada a partir del mes de septiembre. Elaborado según el método tradicional de lágrima o sangrado obteniendo el mosto por gravedad sin ningún sistema de escurrido. Posterior crianza sobre sus lías durante 6 meses en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada haciendo battonnage semanales hasta el día de su embotellado, todas las botellas de una sola vez. Producción limitada a 39.864 botellas. Sale a la venta a partir del mes de mayo.

Siempre es de agradecer la aparición de un rosado en el mercado y más aún si detrás de él se encuentra el buen hacer de la gente de Chivite. La nueva propuesta de esta bodega es un rosado criado sobre sus lías que acaba por completar la gama de rosados de la casa, junto al joven Gran Feudo Rosado y el recién aparecido Chivite Colección Crianza Rosado en su primera añada del 2004.

Nos encontramos con un vino lleno de personalidad y diferenciado del resto de rosados navarros de garnacha. Para ello se ha renunciado a la desbordante carga de fruta roja que habitualmente hace gala su hermano menor, el Gran Feudo Rosado, para ofrecer mayores cuotas de complejidad derivadas de su media estancia en contacto de las lías. Una propuesta arriesgada y fuera de lo común que tiene pocos equivalentes en el mercado nacional. No lo veo indicado como aperitivo y todo hace pensar que estamos ante un vino perfil gastronómico, con capacidad para aguantar cualquier tipo de comida. Ha acompañado un especiado Thali indio (con unas picantísimas lentejas con guindilla rojiza) sin problemas y supongo que ofrecerá parecidos resultados con comida asiática o mejicana. Sabroso, original, aunque no se trata de un rosado fácil de beber. Creo que mejorará si lo guardamos en buenas condiciones los próximos 6 a 12 meses. Un rosado de calidad a buen precio que a momentos parece penalizar por algo de rusticidad (¿primera añada?). Da la sensación de no haber desplegado todavía sus virtudes y prometer una entrada de verano realmente espectacular. Habrá que esperar pero la cosa pinta bien...

Nota de cata:
Color salmón marronoso-piel de cebolla, casi frambuesa claro. Brillante con reflejos anaranjados y cobrizos, gruesas lágrimas.

En nariz inicialmente con gran potencia, muy presentes las notas de crianza con lías finas que podrían llegar a confundirse con un paso por roble viejo (salvo en la ausencia de tostados). Encontramos recuerdos de levaduras, coco rallado, fruta muy madura, piel de cítricos (naranja, lima), flores marchitas. En muchas cosas parece un blanco criado en barrica. Con mucha personalidad.

En boca se muestra muy grueso, corpulento, cremoso, maduro, con una muy buena acidez pero sin basar su personalidad en el frescor ni en la acidez. Equilibrado, sabroso, con suaves notas amargosas junto a los recuerdos de lías, diferente. Final más que correcto y amplio con esas suaves notas cítricas a piel de naranja, muy curioso.

Nota personal: 15.5/20
Relación calidad precio: Muy buena
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miércoles, 14 de enero de 2009

Volubilia Huile d'Olive Extra Vierge

Aceite: Volubilia Huile d'Olive Extra Vierge
Origen: Meknès (Marruecos)
Productor: Olivinvest
Variedades: picholine marocaine, menara
Acidez: Inferior 0.2 grados
Precio: Entre 10 y 12 euros (botella 50 cl.)
Enlace de la bodega:
Más información: Olivares localizados en las inmediaciones de la antigua ciudad romana de Volubilis, en la meseta de Meknès, a unos 800 metros de altitud. Selección manual de las primeras olivas del año, una a una, en el propio olivo. Trituración durante las 4 horas siguientes a la recolección por métodos mecánicos a muy baja temperatura.

El aceite de oliva es el pilar básico sobre el que se articula toda la cocina del Mediterráneo y forma junto al pan y el vino la famosa tríada mediterránea. Las connotaciones históricas y culturales son tan amplias que merecería una enciclopedia para comenzar a entender su importancia. Sus valores nutricionales y organolépticos son tan altos que ningún otro aceite resiste la comparación. La producción mundial del aceite de oliva se encuentra localizado en el Mediterráneo: España, Italia, Grecia, Túnez, Turquía, Siria, Marruecos, Argelia y Portugal. Entre estos países suman más del 95% de la producción global que según datos del Consejo Oleícola Internacional se eleva a 2.500 millones de toneladas.

Aunque sea poco conocido, Marruecos produce entre el 2.5% y el 3% del total, unas 20 veces menos que España que lidera el ranking mundial. Las grandes regiones productoras del país salpican principalmente el litoral mediterráneo (de Tetuán a Oujda) y la costa atlántica (de Tánger a Agadir). Sin embargo, los olivares con mayor interés del país se encuentran formando una accidentada línea dispersa que salpica aisladas poblaciones del interior de Marruecos. Este recorrido se inicia en las montañas del Riff, en la región de Taounate (a medio camino entre Fez y Ketama) dando paso a la meseta de Meknès, a las puertas del Medio Atlas. Continúa de forma discontinua hasta la antigua población judía-bereber de Sefrou y sigue hasta la parte norte del Alto Atlas por ambas caras de esta cadena montañosa: en la zona oriental, en los alrededores de la ciudad de Souss y todo el Valle del Ziz, y en la occidental llegando hasta las empobrecidas poblaciones de Beni Mellal y Rich. Frente a las enmuralladas puertas de la ciudad de Marrakech también se cuenta con buena parte de los olivares más viejos del Marruecos.

El 90% de las olivas recogidas en Marruecos pertenecen a la variedad "picholine marocaine", emparentada con la francesa "picholine du Languedoc", que constituye junto a la "menara" y "arbequina" la mayor parte del patrimonio oleico local. Esta oliva se caracteriza por su doble uso, tanto para la extracción de aceites en frío como para la preparación de aceitunas de mesa, con una notable diversidad de coloraciones de la epidermis que van desde el verde brillante (con un aspecto que recuerda a la manzanilla española) hasta el violeta y el negro más zaino. En noviembre se inicia la recolección de las olivas verdes para la elaboración de aceite. El resto del fruto, destinado al consumo en mesa y a la exportación en conserva, sigue madurando en el árbol y poco a poco adquiere una coloración violácea (diciembre) y posteriormente marronosa (enero y febrero). La presencia de la autóctona "picholine marocaine" monopoliza la casi totalidad de olivares marroquíes. Se puede encontrar tanto en el norte como en el sur gracias a la selección natural de los agricultores que la han primado por su capacidad de adaptación a las diferentes condiciones climáticas del país y por la facilidad de reproducción masiva por esquejes.

Su uso es omnipresente en la cocina marroquí, especialmente en el medio rural donde es la base de la alimentación. Tal y como sucede en el resto del Mediterráneo acompaña las ensaladas crudas y se pueden macerar, encurtir con cebolletas y pepinillos, rellenar con anchoas, queso de Chaouen, pimientos morrones, dar un toque dulzón con aceite de argán, envolver en hojas de parras, crear patés con cilantro o perejil, aderezar con ajo y pimienta... Es el complemento ideal para las medias cocciones (checkchouka - pisto marroquí; zaâlouk de berenjenas - variante del baba ghanoush con tomate triturados) y su uso alcanza incluso los pucheros más tradicionales, siendo del todo imprescindible en las populares tajines de pollo, cordero, buey o pescado. El único secreto para cocinarla correctamente es añadir la oliva, junto a las pasas, los frutos secos o el limón en salmuera, en los últimos minutos de la cocción para que mantenga su carácter afrutado y sus propiedades benéficas.

Este Volubilia Extra Vierge forma toma su nombre de la antigua ciudad de Volubilis, uno de los puntos más alejados del Imperio Romano si exceptuamos los míticos puestos del Sáhara en Argelia, Túnez y Libia. En esta población agrícola se han encontrado numerosas almazaras y antiguas presas de piedra. La tradición del cultivo del olivo se ha perpetuado en la región y los olivares se concentran hasta la cercana población santa de Moulay Idriss. Los viejos árboles se benefician de un clima idóneo para el cultivo de la oliva gracias a la elevada altitud de la meseta que mitiga los cálidos meses de estío. Se trata de un aceite de autor producido por el consorcio Olivinvest, dedicado también a la elaboración de vinos tranquilos. Debido a su elevado precio para los estándares locales se destina al mercado extranjero y a la restauración. Destaca por su concentración y untuosidad matizada por una frutosidad desbordante.

Nota de cata:
Verde limón, limpio y brillante, denso.

Nariz intensa y compleja, de carácter vegetal en la que asoma la tomatera, la hierba fresca, el tallo lechoso, el banano macho, las flores de alcachofa. Hay sensaciones de fermentación, a levaduras que traen recuerdos de "pa amb tomàquet" y frutos secos (avellanas amargas) con unas tímidas notas especiadas aromáticas (pimienta negra, azafrán) y florales de fondo (salvia, retama).

En boca es lleno con una textura untuosa, aunque el paso es fluido y afrutado. Conjunto suave, frutoso, elegante y con mucho carácter. Salpica el paladar. El conjunto mantiene un notable equilibrio sin perder el nervio en ningún momento. Muy largo con una fina sensación amargante final a menta fresca.

Nota personal: 17/20
Relación calidad precio: Buena
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martes, 13 de enero de 2009

Tselepos Amalia Brut

Vino: Tselepos Amalia Brut
Origen: Peloponeso (Arcadia, Grecia)
Productor: Domaine Tselepos
Variedades: 100% moschofilero
Alcohol: 12% vol.
Precio: Entre 12 y 15 euros
Enlace de la bodega: www.tselepos.gr
Más información: Viñedos con suelos arcillosos ubicados en la finca de Perpatiara, en las faldas del Monte Parnon a una altitud superior a los 750 metros. Vendimia temprana efectuada por medios manuales para obtener un bajo grado alcohólico del vino base, 10 grados aproximadamente. Uso del "méthode tradicionelle" para la segunda fermentación en botella. Crianza en rima durante un mínimo de 24 meses. Producción limitada a 25.000 botellas

El Peloponeso es el corazón de Grecia y representa por sí mismo un país dentro de otro país. Las primeras referencia a la tradición vinícola de este amplio territorio son de Homero quien en la Iliada elogiaba sus viñedos denominándolo como Ampeloessa, la "abuntante en vinos". Tras la construcción a finales del siglo XIX del Canal de Corinto, que une por vía fluvial el Mar Egeo al Jónico, la Península del Peloponeso se separó formalmente de la Hélade, la Grecia continental, y se convirtió tal y como profetizaba su nombre en isla, en la isla de Pélope, el Peloponeso. Está considerado como el granero de Grecia con una tremenda producción de productos agrícolas como el trigo, las olivas de mesa, aceites de oliva y los tradicionales vinos de la región.

El enólogo greco-chipriota Yiannis Tselepos es la cabeza visible de esta bodega además de liderar un reducido grupo de enólogos pioneros (junto a George Skouras o Paris Sigalas) del movimiento conocido como Renacimiento del Vino Griego. Entre este grupo de jóvenes vignerons helenos se ha destacado por la constante reivindicación en recuperar las uvas locales y en especial la "moschofilero" como base para los blancos de calidad de la región. Su trayectoria abarca ya tres décadas dando inicio tras la invasión de Chipre en 1974 por parte del ejercito turco y la obligada emigración a Francia dónde realizaría sus estudios de enología en la Universidad de Dijon. Al finalizarlos estuvo en diversas bodegas de la Borgoña trabajando hasta principios de los años 80 cuando decidió trasladarse a Grecia para aplicar las técnicas vinícolas aprendidas. Desde ese momento ha participado en todas las vendimias griegas, al principio como enólogo a sueldo y posteriormente en su propia bodega.

En 1989 se estableció definitivamente en el actual Domaine Tselepos junto a su esposa. La ubicación de los viñedos se seleccionaron meticulosamente a las afueras de la diminuta población de Rizes, en las faldas del impresionante Monte Parnon (Parnón Oros), cerca de la antigua ciudad de Tegea. Los viñedos están ubicados dentro de un ecosistema único, a una altitud de 750 metros con unos inviernos muy fríos y veranos cálidos. Los viñedos se caracterizan por unos suelos pobres y pedregosos, y especialmente por la inconfundible arcilla roja "marca de la casa", que imprime de personalidad a todos sus vinos; unos suelos escogidos por su reconocida capacidad para producir vinos de calidad. En la actualidad controla entre 25 y 30 hectáreas de viñedos propios que se beneficia de la fuerte insolación de la región, lo que asegura una buena maduración de los fruto. En estos rojizos viñedos se cultiva principalmente la "moschofilero" con la que se elaboran dos blancos secos muy frescos, uno de ellos fermentado en barricas de roble francés. También se trabajan pequeñas parcelas de "agiorgitiko", "cabernet sauvignon", "merlot", "gewürztraminer" y "chardonnay".

La bodega Tselepos está localizada en la antigua región de Tegea, en la provincia de Arcadia, a unos 14 kilómetros de la ciudad de Trípoli junto a la desastrosa carretera que conduce a Astros. El edificio principal configura una moderna instalación inspirada en la arquitectura local y dotada de las más modernas técnicas de vinificación, generalizando el uso de los depósitos de acero inoxidable para todos sus vinos. En sus alrededores se encuentra un extraordinario legado histórico y paisajístico que hacen de la visita a Tselepos una parada obligatoria a cualquier viajero interesado en el vino, como la visita a los templos de la diosa Atenea o el templo de Dionisio en la localidad de Mantinia. Y es que según la mitología clásica, el área en el que se encuentra el Domaine Tselepos, incluyendo la zona sur del Monte Parnon, constituyen los dominios del antiguo dios Pan quien acompañaba a Dionisio en sus celebradas bacanales. Asimismo es en este área donde se puede encontrar las poblaciones de Doliana, Kastri y Agios Petros.

El espumoso de hoy es un homenaje a la esposa de Yiannis, Amalia Tselepos, quien comparte su pasión por el vino desde los inicios de la bodega. Para su elaboración se ha optado por la variedad estrella de la región, la "moschofilero". Se trata de una uva gris, a medio camino entre el tinto y el rosado que vinificada en blanco, sin contacto con los hollejos, produce un vino base pálido, de baja graduación, perfumado y que en muchas cosas recuerda a la clásica "moscatel" (Μονεμβασία), uva nativa del sur del Peloponeso en la isla de Monemvassia. Junto con el Ode Panos Brut de Spiropoulos constituye la mejor opción a la hora de probar espumosos griegos de calidad. La refrescante acidez de la "moschofilero" lo alejan del prototipo de blanco espumoso mediterráneo. Tan recomendable como difícil de encontrar.

Nota de cata:
Dorado pálido, reflejos verdosos y dorados, desprendimiento medio con una burbuja media en rosario formando espuma en el borde.

Nariz de buena intensidad, con predominio de las notas de fruta fresca (manzana verde, pera limonera), bollería, con un suave fondo anisado y a levaduras (marchitos, tostados suaves). Hay una buena cantidad de notas perfumadas a pétalos y toques melosos que ganan en profundidad al ir respirando el vino.

En boca es fresco y vivo gracias una vivísima acidez. Amplio, elegante y levemente especiado, con un toque de dulcedumbre general que hace pensar en un nivel de azúcar algo más elevado de lo habitual. Con síntomas de calidad y complejidad. Buen espumoso griego.

Nota personal: 14/20
Relación calidad precio: Correcta
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